Autoconocimiento y Desarrollo Personal, Autocuidado para Padres, Desarrollo Personal y Valores, Equilibrio entre Vida Familiar y Personal, Gestión del Tiempo y Productividad Familiar, Hábitos de Vida Saludable para la Familia, Valores Éticos y Sociales

«Haz las cosas pequeñas con gran amor.»

«Haz las cosas pequeñas con gran amor.»

Madre Teresa de Calcuta

Esta frase de Madre Teresa es de las que intento pensar más cuando estoy en casa haciendo tareas del hogar. El hacer cosas de casa, pequeñas, que nadie ve y muchas veces nadie aprecia puede ser abrumador y hacer que uno/a se sienta solo/a, desesperanzado y poco valorado. Y de hecho que piense: «me siento incomprendida por mi pareja» o «me siento incomprendida y sola».

Y me parece que hablo por muchísimas mujeres y madres de familia de antaño que se dedicaban a la casa y a los hijos.

¿Qué podemos hacer?

Todos queremos sentirnos mirados, valorados, apreciados y cuando estas cosas pasan no nos sentimos así. En esos momentos debemos intentar ver más allá, aquí te dejamos unos consejillos:

  • Piensa en todo lo que hace tu marido/mujer/pareja por tí también.
    Como es lógico cada uno tiene un sesgo a ver su realidad, su perspectiva, tendemos a pensar que hacemos más que nadie y que vamos más cansados que nadie.

    Eso no tiene porque ser así. De hecho, seguramente tu pareja hace muchas cosas «en la sombra» también.
  • Hablalo con él/ella
    Piensa y estructura bien lo que quieres transmitir.
    Ten en cuenta que seguramente él/ella estará haciendo muchas cosas también que no ves, por lo que no ataques, ni culpes. Habla desde tus sentimientos y desde lo que necesitas.

    «Necesitaría si pudieras…», «Me gustaría mucho si pudieras…» en vez de «Todo lo hago yo», «Estoy cansada de hacerlo todo», «No haces nada«…
  • Rectifica tu intención
    Esta es sin duda una de las partes más difíciles. Recuerda porque haces lo que haces. Porque has decicido tener esta vida. Que intentas conseguir con tus esfuerzos y con lo que haces.

    A mí, cuando me vienen esos pensamientos, intento pensar en mi peque y en mi marido. En como les quiero, en como me gusta que estén bien cuidados, bien atendidos, en ponerles facilidades… Y aún así muchas veces es un reto: estar en la sombra (o sentirse que uno lo está) no es siempre fácil.
  • Pide ayuda a Dios
    Si eres creyente esta es sin duda tu mejor ayuda. Piensa por QUIÉN haces las cosas, ofrécele tu soledad, tristeza, incomprensión y esfuerzos a Dios. Y pidele que te agrande el corazón.
    Verás como poco a poco se te hace todo más llevadero.

Para profundizar en esta temática te recomendamos…